El Juan Sebastián Bar es simple y llanamente EL local de Jazz en nuestro país. El nombre es sinónimo de buena música, de alta calidad. Además es frecuentado por un quien es quien de la industria musical. En este sitio han tocado TODOS los más grandes de nuestro pais y le ha dado comienzo a mucho de ellos como Ottmaro Ruiz y Andres Briceño entre otros. Así que el poder estar en la misma tarima que estas figuras de la música de mi país fue más que un privilegio.
Como todo local importante, el publico casi que puede oler cuando un músico trae lo suyo. Eso es algo que valoro muchísimo de ese sitio... no tienen que ser congueros para saber si el tumbao es bueno o no... tienen cultura música muy profunda, así que lo vi como un reto y poder mostrar mi música para este publico en especial.
Se abre la puerta y entra un chamito con pinta de mesonero con un poco de bolsos y pedales, y lo sigue un japonés, y como si fuera poco, los dos en flux. Apenas entramos sentí los ojos conocedores del publico y simplemente trate de pasar debajo del radar, sentarme y esperar nuestro turno.
Nos dieron la señal y ahí estábamos... en el Juan Sebastian Bar, el local donde siempre había querido tocar. El setup de la tarima fue completamente distinto a lo que estamos acostumbrados, ya que, estabamos mucho más lejos del uno al otro de lo que hemos estado nunca.
Desde la primera nota de Ran Kan Kan, hasta el final del primer set, el publico respondió tan como soñé... aplaudiendo muchísimo. Tocamos varias canciones mas y con cada una parecía que el público quería más y más, pero se nos acabo el primer set.
Luego de un par de horitas de la banda de salsa y la de jazz, nos tocó volver a montarnos. Para ese momento ya estaban varios amigos míos en el público y la gente de cierta forma sabia que podía esperar de nosotros, así que la anticipación creció y teníamos que hacerlo más que bien.
El segundo set fue uno de los mejores que hemos tocado, no sólo en este viaje, sino en nuestra corta historia como dúo. De verdad que todo lo que probábamos nos salía sin esfuerzo y por supuesto que el público y sus aplausos y alentamiento fueron los que catapultaron esta energía y experiencia.
Al bajarme tuve la dicha de toparme con Cheo Hurtado, el cuatrista de Ensamble Gurrufío, a quien admiro muchísimo y me comentó que disfrutó la música. Para mí esto fue algo super emotivo porque jamás me espere verlo en el público y mucho menos que le guste mi música.
Una vez terminado el Set, yuki y mis padres estaban cansados pero yo me quería quedar. A la hora más o menos, fuí invitado a tocar batería y luego bongos y congas. En lo personal esta noche fue sumamente importante porque me dio una oportunidad de demostrar, no si soy bueno o no, sino simplemente de que existo... sentí que era importante decir con mi música: soy venezolano, en el extranjero, pero VENEZOLANO, tocando con felicidad, sin actitudes absurdas ni ego.... y creo que logré mi objetivo... y lo digo porque la gente bailaba... el mejor indicador sin duda... SIEMPRE. Además tocar con Juan Carlos y Julio de la increíble banda GAELICA fue un verdadero placer...
Esta noche fue más que relevante para mí, de verdad no creo que la olvide nunca. No sólo por la música sino porque pude conocer a gente verdaderamente clase aparte como Bernardo y Juan Carlos del Juan Sebastián, y gente verdaderamente hermosa en el público que me dijeron palabras muy bonitas y alentadoras, las cuales jamás las tomo en vano.
GRACIAS AL JUAN SEBASTIAN BAR POR BRINDARME UNA DE LAS NOCHES MAS INCREIBLES DE MI VIDA.